viernes, 4 de julio de 2008

Demasiada libertad

Esto es un resumen del discurso que dio Barry Schwartz en el año 2004 a los graduados universitarios en Swarthmore College.
Pueden leer el original en inglés aquí.


Swarthmore Last Collection
By Barry Schwartz
May 29, 2004

Tenemos demasiadas opciones

Demasiada libertad puede ser mala para el bienestar. Junto con el crecimiento de la libertad ha aparecido una infelicidad sin precedentes – depresión, suicidio y el uso de servicios psicológicos y antidepresivos en cantidades alarmantes.

¿Por qué demasiadas opciones crean un problema? Después de todo, la gente que no quiere la infinidad de opciones que la vida ofrece simplemente puede ignorarlas. La respuesta es que es lógicamente cierto que la gente puede ignorar las opciones que no quiere, pero no es psicológicamente cierto.

Una abundancia de opciones te fuerza a dedicar tiempo y esfuerzo en las decisiones, aún sobre cosas triviales. Hace que te preocupes, si has elegido sin haber explorado todas las posibilidades, con que quizás has cometido un error. Te fuerza a evaluar pros y contras, a descartar una opción con una característica atractiva para elegir otra con otra característica atractiva. Eleva tus expectativas sobre cuán bueno será lo que finalmente elijas. Las expectativas pueden llegar tan alto que ningún resultado las alcanzará, no importa cuán bueno sea. Y finalmente, te induce a culparte cuando la elección que hiciste después de tanto trabajo resulta menos que perfecta. Enorme esfuerzo en tomar decisiones, alternativas atractivas descartadas, resultados decepcionantes y auto-culparse. Esta no es una receta para el bienestar. No obstante es una receta que más y más gente parece seguir compulsivamente.

Los “maximizadores” lo hacen mejor, los “satisfacedores” se sienten mejor

La sobrecarga de opciones es un problema para todos, pero especialmente para los que sienten que tienen que conseguir lo mejor cuando toman decisiones – la mejor universidad, el mejor trabajo, la mejor pareja, el mejor auto, el mejor stereo, la mejor inversión, y sí, los mejores jeans. Yo los llamo “maximizadores”. Para estas personas, la sobrecarga de opciones puede ser una pesadilla, pues la única manera de saber qué es lo mejor es examinar todas las alternativas, haciendo una búsqueda exhaustiva y agotadora. La imposibilidad de hacer tal búsqueda casi garantiza que lamentarás decisiones, incluso si son buenas. En contraste, la gente que está satisfecha con una opción aceptablemente buena, a quienes llamo “satisfacedores”, pueden parar de buscar en cuanto la encuentran, y relajarse.

Acabo de terminar un estudio realizado a través de un año con 600 egresados universitarios que buscaban trabajo. Algunos buscaban lo mejor, mientras que otros buscaban un trabajo aceptable. Piensa en la agonía de buscar el mejor empleo. Este está en una ubicación fabulosa, pero ese ofrece el trabajo más interesante. Y ese otro ofrece el mejor salario. Otro ofrece grandes oportunidades de avance. Otro te permitirá ayudar a la gente. Otro te proporcionará un gran grupo de colegas. ¿Por qué no puede haber un trabajo que combine todas esas características atractivas? Así, estás decepcionado antes de haber tenido siquiera tu primera entrevista.

Si eres de los que buscan lo mejor, es probable que termines con un mejor empleo que los que se satisfacen con lo medianamente bueno. Descubrimos que, aunque los maximizadores tenían un salario mayor que los satisfacedores, aquéllos se reportaron más pesimistas, más estresados, más cansados, más ansiosos, más preocupados, más abrumados, más decepcionados, más arrepentidos, más frustrados y más deprimidos. Y estaban menos satisfechos con los trabajos que consiguieron. Los maximizadores lo hicieron mejor, pero se sintieron peor.

La lección es simple: no sean maximizadores. Aprendan que suficiente es suficiente. Pueden terminar con resultados levemente menos buenos, pero se sentirán mejor con ellos. Y se ahorrarán una enorme cantidad de tiempo, preocupación y estrés en el proceso de elección.

Sé que este no es un consejo fácil de seguir. Y no es siempre el consejo correcto. A veces, debes buscar y pedir lo mejor. Por lo tanto, el consejo es sé un maximizador sólo cuando importa.

Suficiente es suficiente

Mientras que puede ser posible conformarse con un auto aceptablemente bueno, nadie quiere sólo lo suficiente para sus hijos.

Hace algunos años, cuando mi hija iba a tener un bebé, nos pidió a mí y a mi esposa que la ayudáramos a comprar un coche. Yo no entendía por qué comprar un coche tenía que ser una actividad de grupo. Entonces fuimos a la tienda y encontramos docenas y docenas de opciones. Elegir tomó varias horas, y salimos sin la certeza de haber elegido el correcto.

Cunas, alimentos para bebé, pañales, guarderías, pediatras, colegios públicos o privados, y cuáles, actividades extra escolares, deportes (cuál) o música (qué instrumento), cuándo permitir el piercing, etc. Al proliferar las opciones, los padres tienen cada vez más ardua la toma de decisiones.

Pienso que los padres que se presionan para hacer las mejores elecciones para sus hijos están cometiendo un error. Consiguen mejores coches, profesores, pediatras y actividades recreativas que los satisfacedores. Pero el precio que pagan, se reflejará en su interacción con sus hijos. El tiempo que pasan buscando el mejor coche es tiempo que no pasarán jugando o hablando con su hijo. Además de eso, le proporcionarán al niño un modelo de perfección, que puede crear una gran cantidad de estrés, ansiedad, indecisión y descontento en el niño cuando haga sus propias elecciones. Puede inducir a los padres a tener demasiado control sobre las vidas de sus hijos. Al proporcionarles actividades extra, pueden dejarlos sin tiempo para ser ellos mismos, imaginar, crear o descubrir cómo quieren ser.

Estoy convencido de que los niños estarán bien con coches aceptables, profesores y pediatras aceptables, y padres felices y relajados, de lo que estarían con los mejores coches, pediatras, pero padres ansiosos e infelices.

Elige cuándo elegir

Mi segundo consejo es elige cuándo elegir. En el mundo moderno, la única manera de tener el tiempo que quieres para dedicarlo a lo que importa es permitir que otros decidan por ti. ¿Quiénes? Amigos, familia, doctores, asesores financieros. Debes confiar en expertos, gente que conoce el asunto en cuestión, y gente que te conoce, para sacarte algo del peso sobre tus hombros.

El amor trae felicidad – y restricciones

Si te conformas con lo suficiente y eliges cuando elegir, vas a tener tiempo. ¿Qué debes hacer con él? Se ha investigado mucho sobre los determinantes de la felicidad o bienestar y algunos resultados clave aparecen una y otra vez.

El mayor contribuyente a la felicidad son las relaciones cercanas con otras personas – familia, amigos, pareja, miembros de la comunidad.

Cuanto más ricas y profundas redes sociales tienen las personas, más felices son.

Parte de tener relaciones cercanas es que tienes responsabilidades y obligaciones con otras personas. No eres libre para ir y venir a tu antojo. Tus opciones están limitadas por las necesidades y deseos de otros. Las relaciones cercanas son restricciones a la libertad, atan en vez de liberar; reducen las opciones en vez de expandirlas.

Al principio yo pensaba que el precio a pagar por estar cerca de otros valía la pena. Gradualmente llegué a otra opinión. Ahora pienso que las restricciones impuestas por las relaciones cercanas no son un costo, son parte del beneficio. Trabajar en Boston porque tu pareja irá a la universidad allí te ayuda a reducir el conjunto de opciones a considerar.

Tener un llamado satisface – y une

Un trabajo satisfactorio – trabajo que desafíe, que estimule, y que agregue valor al mundo – es la siguiente fuente de bienestar . Algunos se refieren a trabajos así como “llamados”. Para las personas con un llamado, lo que les produce satisfacción es el producto concreto de lo que hacen, y no sólo el avance personal o la recompensa económica. La gente con un llamado hace algo que no perderá su valor, aún si se estancan haciéndolo, sin tener perspectivas de avance por los próximos cuarenta años.

En alguna medida, que tu trabajo sea un llamado depende del trabajo. Pero en gran medida, depende de ti.

Un llamado es como las relaciones cercanas, ata y restringe en lugar de liberar. Ata a la gente a quien se sirve y a la gente con quien se trabaja. No se es libre para irse cuando aparezca una buena oportunidad.

Ten expectativas razonables

Cuidado con las expectativas excesivamente elevadas. En tu trabajo, en tu vida amorosa, con tus amigos, con tus hijos, no esperes la perfección.

Evaluamos cuán buenas son las cosas comparándolas con cuán buenas esperamos que sean. Si las expectativas son demasiado altas, entonces la realidad perderá en la comparación.

La combinación de abundancia material, libertad casi ilimitada, y opciones abrumadoras conspiran para crear elevadas expectativas. Creo que las expectativas exageradas ayudan a explicar la epidemia de depresión mencionada antes. Tus abuelos tenían diferentes expectativas. Para ellos, no todo era posible. La vida debía ser vivida con y para otros, sujeta a muchas restricciones.

La felicidad es socialmente responsable

La felicidad no es todo, pero manteniendo todo lo demás igual, es mejor ser feliz que no serlo. Además, hay algo bueno en la felicidad. A pesar de la imagen que tenemos de los genios sufridos que han contribuido a nuestra civilización, hay creciente evidencia de que la gente piensa más efectivamente y expansivamente cuando está feliz que cuando no lo está. Además son más energéticos y físicamente más sanos que los infelices. La felicidad agrega unos 9 años más a la expectativa de vida. La gente feliz es más probable que cambie el mundo de formas positivas que los infelices.

Las sugerencias que he dado contribuirán no sólo a tu bienestar, sino también al bienestar de los demás. Si sufres menos con las decisiones que afrontas, podrás usar ese tiempo y energía en conocer y entender a las personas de tu vida. Lo difícil en la vida no es elegir el mejor plan para el celular, sino saber equilibrar sinceridad con bondad, coraje con prudencia, aliento con crítica, empatía con indiferencia, paternalismo con respeto por la autonomía. No hay fórmulas que digan que es lo correcto a hacer en las interacciones sociales. Tienes que descubrirlo persona por persona. Tienes que usar tu juicio. Tienes que ser sabio. Y la única forma de descubrirlo es conociendo bien a la otra persona, tomándote el tiempo para escucharlos, y estando abierto a ser cambiado por ellos.

En un mundo que te fuerza a tomar decisión tras decisión, donde cada una de ellas involucra opciones casi ilimitadas, es difícil encontrar el tiempo necesario. Tu esfuerzo por obtener el mejor auto interferirá con tu deseo de ser el mejor amigo. Tu esfuerzo por obtener el mejor empleo interferirá con tu deseo de ser el mejor padre. Si el tiempo que ahorras siguiendo algunas de mis sugerencias es redirigido, con sabiduría, hacia el bienestar de las personas de tu vida, no sólo te harás a ti mismo más feliz, mejorarás las vidas de los demás también.



5 palabras para crear una confianza arrolladora

Condensado y traducido al español de un artículo en inglés de Jason Michael Gracia. En su sitio web, http://www.motivation123.com/, se pueden encontrar muchos artículos y recursos sobre motivación.


Hay algo que me mantiene creciendo, aprendiendo y esforzándome por mis sueños. Son 5 palabras que me han dado la confianza necesaria para lograr mis metas. “Alguien más lo ha hecho.”

Estas palabras ofrecen prueba innegable de tu potencial para el éxito. Eliminan la duda y el temor que mantienen a tanta gente a la zaga. El hecho de que alguien más antes que tú haya logrado la meta por la que estás esforzándote, pone todo el control en tu pista. Es posible. Tienes prueba. Ahora es tu turno de hacerlo realidad.

La confianza es clave para la motivación, la felicidad y la calidad global de tu vida.
“Sé que puedo comenzar este negocio. Si otro lo hizo, ¿por qué no puedo yo? Además, no es una persona que lo ha hecho, miles han triunfado. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario, por el tiempo que se requiera, para que ocurra”.

Si alguien más lo hizo, con los mismos ojos, oídos y manos, él podría hacerlo también. Él nunca se rendiría. Encontraría un camino. Saber que alguien más lo logró fue todo lo que necesitaba. El resto vendría con el tiempo.

Saber que alguien ha triunfado es sólo la mitad. La otra mitad es la estrategia. Alguien que triunfó en una meta o sueño siguió una estrategia específica. No fue suerte, fue hacer las cosas correctas en el orden correcto. Es como una receta. Tienes que poner los ingredientes en un orden específico, y en cantidades específicas, para obtener el resultado deseado. Y en nuestra sociedad, cada estrategia para el éxito está detallada en miles de libros, sitios web, etc. Estás rodeado por los secretos para lograr tu meta.

Piensa en una meta importante para ti. Ahora pregúntate a ti mismo, “¿alguien más lo ha hecho?” Entonces, ¡no reinventes la rueda! Averigua exactamente lo que hicieron y usa su estrategia para triunfar en la mitad de tiempo y sin el mismo esfuerzo o frustración.




101 cosas realmente importantes que ya sabes pero sigues olvidando

Este libro de Zelinski no lo he leído, pero el título me llamó la atención, así que leí el extracto que ofrece Amazon.



101 cosas realmente importantes que ya sabes pero sigues olvidando
(101 really important things you already know but keep forgetting)

Ernie Zelinski

Estas son algunas de las 101 cosas que, según Zelinski, debemos recordar:
  • La vida es muy fácil cuando trabajas para simplificarla tan duro como para complicarla.
  • A la felicidad no le importa como llegas a ella.
  • Aminora el paso en tu persecución de la felicidad y es más probable que la encuentres.
  • Haz lo difícil e incómodo si te gustaría tener una vida fácil y cómoda.
  • El éxito de la noche a la mañana sólo ocurre en cuentos de hadas, novelas basura y malas películas.
  • Siempre espera lo inesperado porque la única certeza es la falta de certeza.
  • Puedes ser una víctima o puedes ser exitoso. Sin embargo, no puedes ser ambos.
  • Si algo te está aburriendo, probablemente eres tú.
  • Toda preocupación es un desperdicio.
  • No compres medias caras si nunca puedes encontrarlas.
  • Un buen amigo es mucho más barato que la terapia ¡y diez veces más beneficioso!
  • No te apartes de la gente negativa, ¡corre!
  • La gente agradable frecuentemente no es buena gente y la gente buena frecuentemente no es gente agradable.
  • Cuando alguien falla en mantener un compromiso, hay un 95% de probabilidades de que ocurrirá de nuevo.
  • El camino más seguro hacia el fracaso es tratar de complacer a todo el mundo.
  • Siempre es más fácil permanecer fuera de problemas que salir de problemas.
  • No cuesta mucho ser bueno, pero puede costar mucho ser demasiado bueno.
  • El atajo más creativo hacia el éxito es reevaluar lo que el éxito significa para ti.
  • En lugar de criticar el éxito de alguien, ¿por qué no aprender algo valioso de él?
  • Tu pasado siempre va a ser como fue, ¡así que deja de tratar de cambiarlo!
  • Todo lo que puedes experimentar es el ahora, así que, ¿por qué no estás allí?
  • Vivir bien es la mejor venganza.
  • Muchas de las cosas que quieres te darán más problemas de lo que puedes imaginar.
  • Cuida muy bien de ti, ¡porque nadie más lo hará!
  • Una caminata por la naturaleza es la mejor medicina para muchas de tus aflicciones.
  • Librarte de tu deseo por algo es tan bueno como poseerlo.
  • Para doblar tu tasa de éxito, simplemente dobla tu tasa de fracaso.
  • Más dinero no te traerá más felicidad, ¡funciona al revés!
  • Gasta más dinero en tu desarrollo personal que en tu próximo corte de pelo.
  • Sé feliz mientras estés vivo porque estarás muerto un largo tiempo.

jueves, 3 de julio de 2008

Gasta más dinero en tu desarrollo personal que en tu próximo corte de pelo

Este artículo forma parte del libro "101 Really Important Things You Already Know, But Keep Forgetting" (101 cosas realmente importantes que ya sabes, pero sigues olvidando).



La traducción al español es mía, sepan disculpar alguna imprecisión. Pueden leer el original en inglés aquí.

Gasta más dinero en tu desarrollo personal que en tu próximo corte de pelo
(Spend More Money on Your Personal Development than on Your Next Hairstyle)

Por Ernie Zelinski

La mayoría de la gente en la sociedad occidental no tiene reparos en utilizar dinero ganado duramente –y frecuentemente metiéndose en deudas- para comprar los últimos muebles, ropas, autos y equipos electrónicos. Incluso comprarán chucherías que no agregan absolutamente nada a su felicidad y satisfacción. ¿Pero separarán algo de su dinero para productos educacionales que podrían ayudarlos a volverse más exitosos en la vida? Mi experiencia ha sido que más del 95 por ciento no lo hará.

Si nunca lo has hecho, asiste a un evento de dos o tres días sobre motivación en algún momento próximo. Una cosa sobresaldrá entre la serie de conferenciantes: todos ellos dirán que su éxito y perfeccionamiento es debido a los libros que han leído, los seminarios que han hecho, y los mentores con quienes han trabajado. Sorprendentemente, la mayoría también admitirá que fueron fracasos miserables al principio de sus vidas.

Toma, por ejemplo, a John Assaraf. Fue el líder de una banda callejera cuando tenía 19 años. Assaraf quería cambiar su vida pero no sabía cómo. “Conseguí un empleo vendiendo inmuebles,” dice Assaraf, “y afortunadamente alguien me llevó a un seminario de entrenamiento en ventas.”. Él ha gastado más de U$S 500.000 en seminarios y coaching en los 25 años desde entonces. Parece una fortuna –y lo es hasta que te enteras de que su fortuna actual es de más de U$S 1 billón. El retorno sobre la inversión de Assaraf en educación ha sido aproximadamente 2.000 por ciento.

Si quieres ser más exitoso en la vida, gasta más en tu desarrollo personal que en tu próximo corte de pelo. Fue el irreverente Jeff Foxworthy quien afirmó, “Debes ser un ignorante si has gastado más en tu camioneta que en tu educación.” Ignorante o no, deberías estar gastando un cierto porcentaje de tus ingresos en tu avance profesional, tu auto-educación y tu desarrollo personal.

Harv Eker, autor de Secrets of the Millionaire Mind (Secretos de la mente millonaria), aconseja que deberías asignar el 10 por ciento de tus ingresos líquidos a tu auto-educación.

El 10 por ciento podría ser un poco alto, particularmente si ganas más de un millón de dólares al año. Yo he asignado el 5 por ciento de mis ingresos líquidos a mi educación personal y de negocios, lo cual funciona bien para mí.

Ya sea a través de un libro, un artículo de revista, un seminario, un viaje a otro país, o una conversación con una persona verdaderamente exitosa, lo que sea que inicies, siempre busca ensanchar tus experiencias y tu educación. Esto se aplica sin importar cuantos títulos tengas. “La educación formal te permitirá ganarte la vida; la auto-educación te hará una fortuna,” según Jim Rohn.

Ha sido mi experiencia que los productos educativos apropiados tales como libros motivacionales, seminarios y CDs pueden ser mucho más valiosos que un MBA para lograr el éxito en lo que hago. Yo debo saberlo. Tengo un MBA y no he encontrado virtualmente ningún material que valga la pena de los cursos que tomé en el programa. Sin embargo encuentro que los libros motivacionales, seminarios y CDs son espléndidos recursos para recordarme qué me ayudó a volverme exitoso como autor y editor.

Por supuesto, no deberías tomar todo consejo de desarrollo personal y profesional como una doctrina. No necesitas llevar las técnicas a extremos ni tienes que hacer todo lo sugerido. El consejo refleja la visión del mundo y la verdad de una persona particular.

Toma cualesquiera ideas útiles que necesites del material de desarrollo personal y profesional. Cada libro, seminario o sesión de coaching debería tener al menos una herramienta, estrategia o insight importante. Toma lo que a ti te resulte atractivo y al mismo tiempo descarta lo que no funciona para ti.

Tu mente creativa es tu mayor posesión y deberías estar gastando dinero para realzarla. Sin importar la cantidad que asignes a tu desarrollo personal y profesional, este punto general es importante: el dinero que pones en tu educación es una inversión en ti mismo que puede cosechar increíbles retornos. Investiga las mejores herramientas disponibles para desarrollar tu lado creativo, enfocarte y dirigirte hacia lograr el verdadero éxito. Estas herramientas podrían costarte una considerable suma al principio, pero te ahorrarán tiempo y te producirán mucho más dinero a la larga.




Nadie puede darte consejo más sabio que tú mismo

Este artículo forma parte del libro "101 Really Important Things You Already Know, But Keep Forgetting" (101 cosas realmente importantes que ya sabes, pero sigues olvidando).





La traducción al español es mía, sepan disculpar alguna imprecisión.
Pueden leer el original en inglés aquí.

Nadie puede darte consejo más sabio que tú mismo
(No One Can Give You Wiser Advice than You Can)

Por Ernie Zelinski.

Sin duda habrás notado que no es para nada difícil obtener consejo para tus problemas – sin importar el tamaño o la naturaleza de los mismos. La mayoría de las personas estarían más que felices de darte orientación sobre cualquier cosa imaginable y declarar que es un gran consejo.
Muchos de ellos probablemente han adoptado uno de los principios de Oscar Wilde: “La única cosa a hacer con un buen consejo”, concluyó Oscar, “es pasarlo por alto. Nunca sirve para nada.”

La mayoría de la gente cercana a ti tendrá opiniones sobre cómo deberías vivir tu vida. Tus padres te dirán lo que deberías hacer para ser feliz y realizado. Lo mismo harán tus hermanos, sin mencionar profesores, amigos, publicistas, periódicos, revistas y shows televisivos.

Cuando yo era adolescente, por ejemplo, mi sueño era ser maestro o empresario. Desafortunadamente, cometí el error de entrar en ingeniería a causa del dudoso consejo de un director. El creía que sería un gran ingeniero porque era diestro en matemática y física.

¡Qué equivocado estaba! Terminé dedicando más de 10 años de mi vida a obtener un título de ingeniero eléctrico y trabajar como ingeniero en una corporación. Qué desperdicio de mi vida –dado que nunca llegué a entender la electricidad. Lo que es más, soy contrario a las organizaciones, lo que significa que soy más feliz y productivo trabajando en mis propios proyectos creativos sobre una laptop en un café, donde no tengo que lidiar con las molestias de la vida corporativa.

He aquí la cuestión: ya sea decidiendo qué casa comprar, cuánto dinero ahorrar, qué carrera seguir o cómo educar a tus hijos, deberías ser extremadamente cuidadoso en aceptar consejo de los demás. Esto es particularmente cierto cuando aceptas consejo de demasiadas personas. “Aquel que construye según el consejo de todos,” advierte un proverbio danés, “tendrá una casa torcida.”

La pregunta que surge es: ¿cuán bueno es el consejo que recibes de los demás? El consejo gratuito, particularmente, es como mínimo dudoso. El artista Anselm Feuerbach puede no haber sido demasiado cínico cuando dijo, “si alguien te da un supuesto buen consejo, haz lo opuesto; puedes estar seguro de que será lo correcto nueve de cada diez veces.” Mark Twain pone el consejo gratis en la perspectiva correcta: “No cobró nada por su prédica y lo valió también”.

En general, deberías dar más crédito al consejo por el cual tienes que pagar al menos algo de dinero. La persona que te cobra por sus palabras sabias tiene una reputación que cuidar. Dar mal consejo podría dañar su medio de vida. Por otro lado, la gente que da consejo gratuito tiene poco que perder en caso de que su consejo resulte falso.

Algunas personas tienen una extraña habilidad para invitarse en nuestras vidas con consejo que ni siquiera hemos pedido. Está bien para ellos sugerir que dejemos a nuestras parejas o nuestros trabajos. Si la decisión resulta ser completamente equivocada para nosotros, ¿quién sufre? ¿Ellos nos encontrarán otra pareja u otro trabajo? Por supuesto que no. Ellos continuarán alegremente con sus propias vidas mientras nosotros sufrimos las consecuencias de haber aceptado sus supuestas sabias palabras.

El consejo de otras personas podría parecer muy razonable para ellos, y puede parecerte razonable a ti. Algunas decisiones, sin embargo, son mejor hechas intuitivamente en lugar de razonablemente. Escucha esa voz interior cuando tomas decisiones. No te vuelvas demasiado lógico y práctico.

Aceptar demasiada guía de las personas puede dejar la responsabilidad por tu vida en manos de otros. Debes sentirte libre para hacerlo a tu manera. No permitas que nadie tome decisiones por ti, no importa qué tan buenos sean ellos para tomar decisiones en sus propias vidas.

“Piensa equivocadamente, si quieres,” comentó la escritora británica Doris Lessing, “pero en todo caso piensa por ti mismo.” Pide consejo a otras personas, considéralo un poco, y luego toma tus propias decisiones. Puesto que estamos tratando sobre el consejo, permíteme darte uno. Mi mejor consejo para ti es nunca aceptar el consejo de otro – después de todo, nadie puede darte consejo más sabio que tú mismo.


Demasiada seguridad es peligrosa para tu bienestar

Este artículo lo saqué del libro "101 Really Important Things You Already Know, But Keep Forgetting" (101 cosas realmente importantes que ya sabes, pero sigues olvidando).







La traducción al español es mía, sepan disculpar alguna imprecisión.
Pueden leer el original en inglés aquí.


Demasiada seguridad es peligrosa para tu bienestar
(Too Much Safety Is Dangerous for Your Well-Being)

Por Ernie Zelinski.


“Nadie desde el principio de los tiempos ha tenido seguridad,” proclamó la diplomática y escritora Eleanor Roosevelt. Sus palabras son para ponderar cuidadosamente. La seguridad es una de esas cosas por las que la mayoría – si no toda – la gente lucha toda su vida. El lado oscuro de la seguridad, sin embargo, es que es como mucho una ilusión. Demasiada seguridad, de hecho, es peligrosa para tu bienestar. En más casos de los que puedes imaginar, el mayor riesgo está en no arriesgarse.

Todos tenemos una tendencia a volvernos cómodos con las condiciones existentes – aún aquellas que no nos hacen absolutamente ningún bien (hay muchas formas de enfermedad mental). Por ejemplo, en el trabajo terminamos tolerando empleos sin futuro, profesiones que no nos gustan, y compañías que nos maltratan. Por supuesto, nos resistimos a hacer cambios porque tememos lo desconocido.

Tú mismo podrías haberte habituado a una cómoda y predecible rutina. Llega un momento, sin embargo, cuando tienes que encontrar algo que demande más tus talentos. Debes tener fe en ti mismo. Cuando tus instintos te tienten a arriesgarte en algo que no sea cuestión de vida o muerte, hazlo con confianza.

Si no estás satisfecho con tu elección profesional, el mayor riesgo podría estar en no dejar tu trabajo. No esperes el momento correcto para irte. Es mejor hacerlo ahora porque nunca hay un momento apropiado. Hay riesgo en la mayoría de las decisiones importantes. Una encuesta reciente del Royal Bank of Canada mostró que empresarios exitosos que dejaron sus empleos seguros para establecerse por su cuenta, creían que arriesgarse los hacía más fuertes y más sabios. Paradójicamente, al tomar la ruta con más riesgos, lograron más seguridad.

Por supuesto, arriesgarse puede ser peligroso para los buscadores de sensaciones. Así que no seas impetuoso y arriesgues perder todo lo que tienes. No es inteligente asumir riesgos extremadamente altos o inciertos. La gente sabia asume riesgos calculados. La clave es tomar riesgos inteligentes en lugar de estúpidos. Si eres un hombre de 50 años, tienes una probabilidad de una en 200 de morir el próximo año. Puesto que podrías no estar, en todo caso, ¿por qué no asumir algunos riesgos calculados que podrían pagar grandes dividendos en felicidad y satisfacción?

Contrariamente a la sabiduría popular, el riesgo de actuar puede ser menor que el riesgo de la inacción. La vida es un viaje peligroso. Un romance increíble, fama notable y éxito excepcional son logrados por aquellos individuos que asumen riesgos sustanciales. Por un lado, puedes jugar totalmente seguro y terminar con lo que ya tienes a tu nombre – puedes hasta terminar con menos. Por el otro lado, puedes asumir algunos riesgos y aprovechar algunas maravillosas oportunidades y terminar con muchas más de las cosas que te gustarían de la vida.

Viajar por una carretera libre de riesgos, desafortunadamente no te llevará a ningún destino importante. Las posibilidades desfavorables no deberían impedirte perseguir lo que sabes intuitivamente que es tu propósito. Mucha gente te criticará por intentar aquellas cosas que no se atreverían a intentar ellos mismos. Los cobardes, que les gustaría que permanecieras cobarde, deben ser ignorados. Hay un momento en que tienes que ser valiente y sumergirte en lo desconocido con la determinación de nadar con lo que el destino traiga a tu camino. La felicidad y la satisfacción serán mucho más accesibles cuando tengas el coraje de perseguir tus convicciones.

Cuando tu voz interior te dice que te arriesgues, es mejor hacerlo aunque tu mente racional te esté diciendo otra cosa. Seguir el camino ya probado puede parecer lo más seguro. En algunas formas lo es. Pero abrirte tu propio camino te traerá más aventura y satisfacción y dejará senderos para que otros vean. Por el contrario, no dejarás ninguna huella siguiendo un camino largamente recorrido por las masas.

Si el camino que has tomado en la vida se siente realmente seguro, entonces probablemente no es el camino correcto. Cuando mires hacia atrás en tu vida, lamentarás las cosas que no intentaste más que las que hiciste y fracasaste. La virtud de arriesgarse es enfatizada en este viejo adagio: "alguien que intenta hacer algo y fracasa es mucho mejor que el que no intenta hacer nada y tiene éxito."